Vamos a leer más mitos y leyendas durante el curso. Aquí os dejo una que nos leyó Eduardo Moreno de 1ºA en clase. Gracias Eduardo.
Hace varios años, se encontraba
un campesino en una zona bastante solitaria, dedicado a cultivar maíz.
Una vez, tomó la decisión de sembrar su maíz del otro lado del río que quedaba
en su terreno, muy cerca de su casa. Para llegar allá, tenía que cruzar por el,
pues no había otra forma de llegar. El problema era que el río era
bastante profundo.
Un día, ya muy casando de cruzar
el profundo río con mucha dificultad dijo inocentemente: "Con
tal de que hiciera un puente en este río, le vendería mi alma al diablo." Inmediatamente apareció un hombre
con saco y corbata, que le dijo: "Con gusto haré el puente
que tanto necesitas. Si lo termino antes de que cante el primer gallo, tu alma
será mía, sino me iré sin llevarme tu alma."
Cerraron el trato y el diablo
comenzó a construir el puente. El hombre permanecía muy nervioso de que
se fuera a llevar su alma, pues construían el puente bastante rápido.
Cada día se le veía mas preocupado, y su esposa empezó a notarlo. Sin embargo,
el no lo decía nada para no preocuparla, pero llegó hasta un punto tal de
desesperación, que se decidió por contarle.
La esposa entonces le dijo:
"No te preocupes por nada, solo acuestate y deja todo en mis manos.
¡El diablo no se llevará tu alma!".
Se puso entonces la mujer a
vigilar a los constructores del puente, y cuando se dio cuenta que estaba cerca
de terminarlo, comenzó a pisotear con las piernas y cantar como un gallo.
Esto causo que las gallinas se despertaran y comenzaran a cacarear.
El diablo desapareció y el puente quedó sin terminar. Su alma se salvó.
Muchas
personas ha intentando terminar el puente, pero cada vez que ponían un
ladrillo o construían algo se caía. Según se dice, solo el diablo puede
terminarla, pero a cambio del alma de alguna persona.