aquel ángel caído
que entró por mi
ventana,
mientras yo estaba
dormida.
Por más caricias
que me dabas,
por más susurros en
mi oído
y por más besos de
tus labios sobre mi boca,
aún así no
despertaba.
Yo que creía que de un sueño se trataba
y temía despertar
por si desaparecías
en la noche,
pero ahora mismo,
después de haber
pasado el tiempo,
he abierto los ojos,
y como me temía,
has desaparecido,
dejándome sola.
Ahora no sé qué
fuiste:
¿un sueño? o ¿solo
te cansaste de esperarme
mientras yo estaba
dormida?
y ahora estoy
confusa.
No sé si fue una
realidad o una fantasía
lo que veló en mis
sueños
mientras yo estaba
dormida.
Verónica Arriaga